LA FUERZA ROJA Y LA FUERZA BRUTA

Hoy ha sido un día de emociones fuertes.
Primero el partido. Sobran los comentarios, lo hemos vivido como imagino que lo habrá hecho toda España, con nervios hasta el final y gran euforia posterior.
A los americanos, en general, el futbol les importa poco, algunos nos felicitaban por la calle, nos hemos cruzado con españoles bullangueros y hemos cantado todo lo que se canta en estas ocasiones, pero estabamos un poco alejados del centro y no había demasiados.





La razón de nuestro alejamiento del centro es que teníamos entradas para el teatro. Hemos visto un espectáculo titulado FUERZA BRUTA que, como su propio nombre indica, es brutal.
Los intérpretes corren, vuelan, se deslizan por el agua, gritan y , sobre todo, bailan frenéticamente.
A los espectadores nos llevaban de un lado a otro, se nos venía el techo encima, nos hacían saltar, bailar, gritar y, al final, nos han mojado. Yo me he apartado un poco y no me ha caido mucha agua, pero los demás han acabado empapaditos.
A todos nos ha gustado esta especie de catarsis, especialmente a Ana, Álvaro y Gonzalo. Resultado:






Al terminar mi hermana y familia se han tenido que ir al hotel porque, evidentemente, se tenian que cambiar de ropa. Nosotras nos hemos venido a casa a la anunciada cena internacional en la azotea.
Había comida chipriota de nombre imposible, una especie de cuscus con carne y salsa de yogurt y dos clases de humus. Una ensalada de grano (????) italiana. Gazpacho y tortilla de patatas (que he hecho yo). Todo regado con vino de California (bastante bueno). Dulces chipriotas y nos han regalado, otros que también tenían fiestuqui, media tarta que tiene una pinta de empalagosa que no veas y muy americana.
Al terminar me he bajado a poner una lavadaora y secadora y mientras termina estoy escribiendo esto, es decir, las mil y monas como siempre.